Por: Lcda. Carmen Valentín
Supervisora General del Laboratorio Clínico Toledo
El antígeno específico prostático (PSA) es una prosteasa de serina sintetizada en las células de la próstata. La próstata es la glándula del sistema reproductor masculino que se encarga de producir muchas substancias necesarias para la producción de semen.
La función principal del PSA en la disolución del coágulo seminal; lo que provoca que los espermatozoides se liberen y puedan ingresar en la cavidad uterina. El PSA sérico en niveles elevados está asociados a patologías prostáticas incluyendo pancreatitis, hiperplasia benigna prostática y cáncer de la próstata.
El cáncer de la próstata es el cáncer más frecuente diagnósticado y la segunda causa principal de muerte de cáncer en hombres en los Estados Unidos. Un diagnóstico temprano se ve obstaculizado por la falta de síntomas en los hombres en tumores localizados.
El método tradicional para detectar cáncer en la próstata es la examinación digital rectal (DRE). De un 30 a un 40% de los cánceres en la próstata son detectados por esta metodología; frecuentemente son encontrados cuando el cáncer está en estado avanzado debido a la inhabilidad de detectar tumores pequeños que se le alojan en la próstata.
La desventaja es que la examinación rectal (DRE), tiene menos sensitividad para detectar tumores que tienen mayor potencial de ser tratados.
Estudios han demostrado que medir las concentraciones de PSA sérico ofrece grandes ventajas en la detección temprana de cáncer de próstata. Esta prueba tiene una gran sensitividad ya que actualmente es el marcador más preciso de los que existen en el campo de la oncología para detectar tumores, aunque los estudios concluyen que es bien importante medir el PSA en suero; en adición a la examinación rectal y la ultrasonografía.
La Asociación Americana de Urología y la Sociedad Americana del Cáncer han recomendado una examinación anual rectal y medir las concentraciones de PSA sérico a todos los individuos del sexo masculino que de 50 años o más y a aquellos que tengan antecedentes familiares, a partir de los 40 años. De esta forma, se pueden detectar etapas tempranas de cáncer.